“Argentina Salvaje”
A+S dialoga con Juan María Raggio, productor de la película “Argentina Salvaje”.

Por Lucciano Marcon y Saúl Suárez
Juan María Raggio es uno de los creadores de Jumara Films, la productora que hizo “Argentina Salvaje”, además de otros documentales conocidos a nivel mundial ¿cómo se hizo esta película?
“Yo soy Juan María Raggio, trabajo en el mundo de la conservación hace mucho tiempo, desde los 12 años. Estoy en la ONG ‘Aves Argentinas’, soy como presidente, así que toda mi carrera desde hace más de 35 años viene del mundo de la conservación. Hace varios años me di cuenta de que faltaba algo que para mí era muy importante y además me apasionaba, sin lugar a dudas, que era el tema audiovisual y mostrar un poco lo que nosotros tenemos, nuestra naturaleza, nuestros ambientes. Siempre estamos cansados de ver un montón de documentales de leones, osos polares, sabemos todo lo que pasa allá y acá no conocemos absolutamente nada de acá, eso es un poco hacer conservación, mostrar lo que tenemos en nuestra fauna. De ahí surge la productora ‘Jumara Films’, ya hace más de 12 o 15 años que estamos trabajando con el primer documental que hicimos también junto a Ricardo Darín, en el que ayudó. Eran documentales apostados muy directamente a la conservación, no con un fin específico. Ese fue para crear un área natural protegida que fue el Parque Nacional de Patagonia”.

“Eso es un poco hacer conservación, mostrar lo que tenemos acá en nuestra fauna”.
Juan María Raggio

¿Cómo se gestó este proyecto?
‘Argentina Salvaje’ surge de una producción de Alemania, una productora que es Light & Shadow, la cual es muy importante en el tema naturaleza, es lo mismo que hacemos nosotros acá en Argentina y tenían un proyecto de la televisión pública alemana y National Geographic, con quienes trabajamos también a veces. Un proyecto de hacer algo en Argentina, así que ellos vinieron hace tres años, un poco más antes de la pandemia, a hacer un scouting, lo cual recorrimos bastantes lugares que ellos no conocían de Argentina y quedaron enamorados del país, enamorados de los paisajes. Y por suerte, no sé si fascinados, pero quedaron muy contentos con nosotros como una pata asociada acá. Era importante tener unos socios de los cuales después de ya casi cuatro años terminamos siendo amigos de ellos, con quienes tanto trabajamos. Iban a venir a trabajar acá pero por la pandemia de por medio, terminamos haciendo un montón de proyectos de estas secuencias a lo largo de estos tres años”.

¿Cómo fue trabajar durante la pandemia?
“El proyecto durante la pandemia fue… Te cuento, el primer rodaje fue en enero, que fue la aparición de los lobos marinos en Península Valdés, a los pocos meses estalló la pandemia, así que fue un único rodaje y ahí terminó, debido a lo que nosotros hacemos, ellos por supuesto no pudieron volar ni viajar más para allá, lo cual teníamos reuniones por Google Meet, te diría semanalmente. Hubo momentos que casi diariamente he tenido reuniones con ellos, porque pensé que el director quedó allá, la productora y nosotros tuvimos acá una cabeza de dirección, yo un productor acá también, o sea que tuvimos que armar doble equipo. Pero hablando diariamente, por lo que nosotros hacemos, tuvimos una pandemia un poquito más corta, lo cual nos permitió, por permisos del Parques Nacionales de áreas protegidas. Somos equipos muy reducidos los que vamos a filmar naturaleza, esa es la diferencia a lo que uno está acostumbrado a filmar películas o publicidad, que son 40 o 50 personas grabando. Acá, por lo general, es una persona, dos como mucho, y tres, ya es un exceso. Entonces, al ser equipos muy reducidos en algunos lugares que nos tocaba ir a filmar, a veces el que manda los tiempos no es el productor, sino la naturaleza. Es el de arriba que te dice es el momento de las apariciones, es el momento del deshielo. La naturaleza te manda ella misma los tiempos. Entonces, ante esa necesidad, hicimos algunos protocolos, nosotros tuvimos que armar varios que presentamos a las autoridades y los conocemos mucho, porque venimos hace muchos años trabajando con Parques Nacionales”.

“Esta película está auspiciada, declarada de interés por Parques Provinciales. Tenemos muy, muy buena relación, y nos permitieron, entonces yo te diría que a los cinco o seis meses ya estábamos rodando de vuelta, pero es tiempo que se perdió, no hay duda, entonces esto atrasó un rodaje que iba a durar dos años, terminó durando cerca de tres años, y así fue, como como te cuento, de tratar de hacer todo lo posible antes para salir a rodar y estar en el medio del campo, que también fue una maravilla porque llegamos a estar poniéndonos en Iguazú. Una anécdota, estuvimos 45 días solos dentro del parque, no había ni guardaparques, ni turistas, ni nada. Y estábamos solos dentro del parque, esas anécdotas tenemos como también pasó en otros lugares, que estábamos ahí solos aislados filmando la naturaleza que a veces alguien piensa que bueno, estaba solo en cataratas era más fácil, y no, al no haber gente, los coatíes y monos no estaban más, porque la gente siempre les da comida y aparecen acá la rato. Están juntos, y al no tener personas, tuvieron que irse al bosque, a la selva, y se distribuyeron, nos costaba mucho más encontrarlos que antes”.

¿Cómo es filmar en exteriores, en lugares que podríamos decir salvajes, con animales que quizás podrían considerarse peligrosos?
“Sí, perfecto. Mira, generalmente la gente que filma naturaleza, los cámaras, nosotros estamos atrás. Primero somos naturalistas, luego somos biólogos. Generalmente se conoce muchísimo la fauna, y por lo general después se aprende de cámaras y se sabe usar una cámara, eso te da una ventaja enorme porque sabiendo la conducta animal, no hay ninguna especie peligrosa porque podes hablar del depredador más top, el jaguarete y este si vos andas con cuidado, sabes la conducta del animal, no te va a hacer nada. No ataca al hombre, lo mismo el puma tenes que tomar recaudos. Hay momentos que son dramáticos o son más sensibles, si encontrás o sabés que hay una puma, que acaba de parir, tiene dos o tres cachorros en un cubil, digamos, no vas a ir y acercarte así bruscamente porque seguramente la vas a pasar mal”.

“Entonces lo más importante es conocer mucho la fauna y eso te ayuda muchísimo a darte cuenta que nada es peligroso, vos pensa que estuvimos filmando ballenas de cientos de toneladas y que pasan pegado al lado tuyo, están amamantando las crías y con ese respeto conoces a los animales. Cuando están nerviosos, nosotros, una de las cosas que tenemos que lograr para poder firmar, es que los animales estén tranquilos porque trasciende a la cámara cuando un animal está nervioso, no está haciendo su comportamiento normal, entonces justamente el darle esa tranquilidad, darle el espacio y la distancia adecuada, es lo que sabemos para que justamente ese animal tenga la confianza y las actitudes habituales para que a nosotros nos sirvan esas imágenes. Una imagen de un animal corriendo mirando para atrás asustado, eso no la vamos a usar, no nos sirve y estamos perdiendo el tiempo. Entonces es muy importante el saber muchísimo de cada animal que vamos a firmar, la biología reproductiva, el comportamiento, las distancias. Hay veces que tenemos gente que va acostumbrando algunos animales y nosotros vamos después y ya el espécimen está bastante más acostumbrado, hay lugares donde hay escondites, van a ver una secuencia de las maras pariendo, eso es un escondite muy cerca de distancia”.

“El lugar está puesto 15 días antes, entonces ya le perdieron el miedo a esa zona. Antes de que salga el sol, ya se mete el camarógrafo ahí él solo, y está todo el día hasta que anochezca ahí adentro, así que depende de cada especie. Hay diferentes formas de cómo lograr las imágenes que queremos, muchas veces tratamos de hacer una pero otras veces no nos las dan porque no son actores, entonces terminan haciendo lo que ellos quieren y eso es lo lindo de esto, a veces el guión pasa por cualquier otro lado”.