Mendoza avanza en la actualización de su inventario de gases de efecto invernadero con participación académica y empresarial
El trabajo, solicitado por el Ministerio de Energía y Ambiente, implica conocer cuánto y qué tipo de gases emite Mendoza a partir de actividades como transporte, consumo energético, procesos industriales, manejo de residuos y uso de combustibles fósiles

Entrevistadora: Judith Scheyer
Editor: Iván Naciff
En un esfuerzo por profundizar las políticas ambientales y comprender con precisión el impacto climático de la provincia, investigadoras del Instituto de Medio Ambiente (IMA) de la Facultad de Ingeniería de la UNCuyo expusieron los avances del nuevo Inventario Provincial de Gases de Efecto Invernadero (GEI), una herramienta clave para orientar acciones de mitigación y adaptación frente al cambio climático.
La explicación se dio en el programa Mendoza Más Sustentable, reciente ganador del Martín Fierro Federal en Radio 2024, conducido por Judith Scheyer. Allí, la doctora ingeniera industrial Clarisa Alejandrino y la ingeniera en recursos naturales renovables y doctoranda Aldana Guevara detallaron de qué manera se construye este inventario y por qué resulta esencial para la planificación ambiental provincial.

Un diagnóstico indispensable
“Un inventario no es más que una base de datos. No podemos gestionar ni reducir algo que no sabemos qué es”, explicó Alejandrino. El trabajo, solicitado por el Ministerio de Energía y Ambiente, implica conocer cuánto y qué tipo de gases emite Mendoza a partir de actividades como transporte, consumo energético, procesos industriales, manejo de residuos y uso de combustibles fósiles.
Las especialistas destacaron que no existe un único inventario, sino distintos niveles: uno provincial, uno nacional y los inventarios corporativos que realizan las empresas. Estos últimos resultan fundamentales para obtener una fotografía completa del impacto territorial.
Efecto invernadero: mito y realidad
Durante la entrevista, las investigadoras aclaran un concepto comúnmente malinterpretado. El efecto invernadero en sí no es negativo, sino un proceso natural que permite mantener la temperatura adecuada para la vida en la Tierra. “Si no existiera, la temperatura promedio sería de -18 °C”, señaló Guevara. El problema radica en su aceleración artificial, vinculada a la actividad humana y al exceso de gases como dióxido de carbono y metano.

Sectores con mayores emisiones
Entre las actividades con mayores emisiones de GEI, las investigadoras mencionaron:
Industria del petróleo y gas, con importantes emisiones fugitivas.
Transporte, por su elevado consumo de combustibles fósiles.
Consumo energético en hogares y comercios, tanto por energía térmica como por electricidad de matriz fósil.
Residuos, especialmente la descomposición de materia orgánica en vertederos, que libera metano, un gas con un potencial de calentamiento 24 veces mayor que el CO₂.
Ganadería, por la fermentación entérica del ganado vacuno.
Capacitación abierta para empresas

Como parte del proceso de elaboración del inventario provincial, el Ministerio de Ambiente y el IMA impulsan una capacitación destinada a grandes empresas para que puedan medir sus propias emisiones. La iniciativa busca mejorar la calidad de los datos y fomentar prácticas de reducción o compensación, como los mecanismos de bonos de carbono.
Investigación local con alcance global
Alejandrino y Guevara integran el área de Sostenibilidad e Ingeniería de Residuos del Instituto de Medio Ambiente, donde trabajan en líneas como reciclaje de materiales, análisis de ciclo de vida y, más recientemente, medición de huella de carbono.
Ambas remarcaron que Argentina mantiene compromisos ambiciosos en el marco del Acuerdo de París, y que Mendoza avanza sostenidamente para conocer con precisión su situación actual. Los resultados del nuevo inventario provincial estarán disponibles una vez finalizado el análisis.

