La primera escuela de educación ambiental de Lationamérica está en Argentina
Proyecto Ambiental educa a las personas a través de crear un vínculo afectivo con la naturaleza.
A+S dialogó con Cynthia Dabul, Directora de la Escuela de Educación Ambiental.

«Descubrí la diferencia fundamental que hay entre educar conectando emocionalmente a las personas con la naturaleza que educar a través de la simple transferencia de conocimiento».

Sus principios se remontan al año 2004, Cynthia Dabul trabajaba en una reserva natural recibiendo grupos y dando educación ambiental en la provincia de Entre Rios. En el 2012, queriendo dar un salto, crearon la escuela virtual que hoy en día llega a toda Latinoamérica. Ofrecen asesoramientos y cursos de todo tipo con el objetivo de volver a reconectar a los adultos con la naturaleza que los rodea. En agosto, comienzan cursos de educación ambiental y campamentos educativos, para más información podés visitar su página web.
¿Cómo surgió la idea de educar a través de la conexión emocional con la naturaleza?
-Me di cuenta que el poder transformador de conectar a las personas con la naturaleza genera un antes y un después en la vida de la gente. Descubrí, desde mi espacio donde hacía las consultorías, que quería dedicarme por completo a conectar a las personas con la naturaleza a través de la educación ambiental. En ese momento, todas las actividades eran presenciales y nos movíamos a los distintos lugares ofreciendo servicios como por ejemplo, la creación de senderos interpretativos, diseño de carteleria, cursos y talleres.
-En el año 2012, tras la busqueda de crecer más y alcanzar lugares donde no podíamos llegar, lanzamos la primer escuela virtual de educación ambiental de Latinoamérica. A partir de 2013, empezamos con los primeros cuatro cursos. Actualmente, ofrecemos 18 cursos, 4 especializaciones y talleres virtuales.

¿Qué enfoque metodológico proponen?
– A nosotros nos diferencia nuestro particular enfoque metodológico que consiste en educar a través de la experiencia y el vínculo con la naturaleza. Todos los cursos están atravesados por ese objetivo. Lo más importante para nosotros no es estar diciendole a la gente lo que debe hacer, si no que la gente encuentre sus propias razones para actuar. No es lo mismo actuar porque la normativa te lo dice a actuar porque sentís que es lo correcto y nadie te puede convencer de sentir lo contrario. A partir de la conexíón que el invidividuo hace, se da cuenta que para ser feliz necesita un ambiente ecosistémico y afectivo sano. Hay que hacer un click, uno busca actuar para hacer el cambio, nadie te ordena.
-Abordamos las problemáticas ambientales en los crusos pero la parte informativa es solo una parte dentro del proceso educativo. Nuestro rol es la educación ambiental. Trabajamos para que la gente se empodere y no permita que avasallen sus territorios, que se sientan con capacidad de acción y con el derecho a un ambiente sano. Despues esa persona, en su terriotorio, decide en lo que quiere trabajar. No le decimos lo que tienen que hacer, cada uno se enfoca en el tema que quiere. Ellos por su cuenta tienen que encontrar lo que los moviliza para tener una mejor comunidad.

¿Se enfocan en personas de todas las edades?
-Sí, con el tiempo fuimos descubriendo el poder que tiene acompañar de manera consciente las infancias y lo necesario que es trabajar para que no se pierda esa conexion innata que hay con la naturaleza. Muchas cosas que padecemos de jóvenes o adultos si se hubieran respetado y acompañado en forma respetuosa cuando eramos niños no las estariamos padeciendo ahora. No hay cursos sobre eso, es algo que atraviesa todas nuestras formaciones.
-Lo importante es preguntarse, ¿Qué tengo que hacer para cuidar ese vínculo innato que tengo con la naturaleza?, para que no se pierda en el tiempo y no nos desconectemos emocionalmente de lo que nos rodea. No es lo mismo acompañar a las infancias para que mantengan esa conexión, que tratar con adultos que ya se desconectaron emocionalmente con la naturaleza. Tratar de volver a concectarlos es mucho más desafiante. En Proyecto Ambiental trabajamos con las dos cosas.
¿En qué consisten las tutorías y consultorías?
-Las tutorías educativas surgen porque había mucha gente que nos escribía para pedirnos que nosotros les hicieramos el trabajo y nos dimos cuenta que lo más importante es que la gente adquiera herramientas, crear agentes de cambio y que lleven este enfoque metodológico a todos lados. Lo que realmente queremos es mucha gente en muchos lugares tranformando la comunidad, que cada uno en su terriotrio sepa como diseñar procesos transformadores de educación.
-Este año ofrecemos más tutorías, que son encuentros de una hora por Meet. Son personas que se dedican a la educación ambiental y necesitan alguien que los asesore puntualmente para acompañar sus procesos y sus actividades. Por ejemplo, hay una organización que da talleres para niños y nos piden asesoramiento para ver cuales son las actividades más adecuadas para cada una de las edades.

¿Están avalados por alguna certificación?
-No, cuando lanzamos la escuela, no queríamos vincularnos con una universidad. Lo que hicimos fue buscar ONG que sean reconocidas en el entorno de la educación ambiental y conservación de la naturaleza, presentarles nuestros cursos y que nos den el aval. Fuimos selectivos al ver quienes queríamos que nos avalen porque nos interesaba que fuera reconocidos por su trabajo en territorio de conservación o educación ambiental.

