Botellas de Amor: a cuatro años de su creación
El proyecto sigue creciendo. Se ha ido implementando en todo el país. Algunas provincias tienen la propuesta más incorporada, mientras que otras van por camino a lograrlo. ¿Este hábito sustentable vino para quedarse?
Por Camila Peñas
¿QUÉ SON LAS
BOTELLAS DE AMOR?
El plástico es un invento útil para el ser humano pero lo hemos convertido en un problema, sin embargo llenando botellas de amor podemos lograr llevarlo a un nuevo ciclo de vida…
Su origen
La Fundación Botellas de Amor, creada en 2016 en Colombia, fue la primera en proponer este proceso de reciclaje para ofrecer una solución al manejo sustentable de residuos de plásticos de un solo uso.
El objetivo es mejorar la calidad de vida de comunidades vulnerables en Colombia y América Latina. La Fundación promueve el llenado de botellas con residuos de empaques flexibles para transformarlos en madera plástica utilizada para construir parques infantiles, mobiliario urbano y viviendas en beneficio de poblaciones vulnerables.
EN ARGENTINA
Botella de Amor, el emprendimiento con base en Buenos Aires, es el que más alcance tiene, ya que han logrado extenderse a diferentes provincias. Tienen alrededor de 60 puntos de acopio en todo el país. Algunos están en Chubut, Comodoro Rivadavia, Misiones, Posada.
Además, ampliaron el proyecto a Uruguay. Hay otras organizaciones que han llegado a importantes resultados como en Mendoza, Chaco, Cordoba y Corrientes. Sin embargo por ahora, solo Mendoza y Buenos Aires han logrado construir casas, paradas de colectivos o bancos para plazas con este tipo de material.
La propuesta ecológica consiste en la recaudación de botellas de plástico que por dentro están compactadas con plástico de un solo. Después son procesadas para fabricar madera plástica. Lo que se trata de evitar es que estos plásticos no terminen en basurales a cielo abierto para no convertirse en micro plástico.
Uno de los últimos logros ha sido en Buenos Aires, terminaron la construcción del Centro Operativo de Guarparques en El Doradillo, Puerto Madryn. Todas las estructuras fueron creadas en Buenos Aires y se montaron ahí, luego se desarmaron y se enviaron a El Doradillo para ensamblar. Es el primer centro operativo construido a partir del reciclaje de plástico de un solo uso. Posee un Ecopunto, y una Oficina de Guardaparques y Atención de Visitantes. Ambas se hicieron con madera plástica, sumando la iluminación LED con paneles solares, termotanque solar y calefacción.
El caso mendocino
Mendoza fue una de las provincias pioneras, el emprendimiento tiene un gran alcance debido a la planta de reciclaje en Punto Limpio, Junín llamada Madera Plástica. Es la única planta recicladora en la provincia que trata plásticos de un solo uso, las demás plantas solo reciclan PET (es un tipo de plástico utilizado en envases y botellas). Lograron el reciclaje de más de 10 toneladas de botellas y motivaron alrededor de treinta mil mendocinos a cuestionar sus hábitos no sustentables.
Fuente: https://www.instagram.com/botellasdeamor.mza/
La tendencia en crear este tipo de botellas ha variado con el paso del tiempo. Al comienzo de la pandemia fue una las primeras actividades que eligieron los argentinos debido al confinamiento por COVID-19. Porque rellenar botellas con plástico y lograr que queden lo más compactada posible requiere de una actividad manual que ayuda a disminuir la ansiedad y el estrés. Al final de la pandemia, se vió una disminución en la cantidad de botellas recaudadas porque los ciudadanos volvieron a sus actividades de forma presencial.
El proceso de reciclado
La botellas son recaudadas en distintos puntos de acopio, despues ya en la planta de reciclaje se abren para así retirar y separar el PET (las botellas) del plástico. Todo el plástico de su interior va a una aglutinadora que lo convierte en pedazos muy pequeños. Desde ahi, esa mezcla es llevada a una procesadora llamada tolva. Se inyectan los moldes con esta mezcla para darle forma a la madera plástica reciclada. Una de las mayores creaciones con este tipo de material son casas, bancos para plazas, paradas de colectivos, juegos para niños, espalderos, entre otras muchas cosas más.
Hola.
Soy francesa, radicada en Buenos Aires desde el 2005. Cuando llegué, todavía no existían los contenedores para la basura, ni se hablaba de reciclaje. Apenas llegué, les propuse a mis vecinos juntar sus residuos secos , principalme los envases de plástico, en grandes bolsas transparentes que yo les compraba para cada piso. Igual, terminaban en la calle.
Por suerte, las cosas van cambiando pero no al ritmo del calentamiento global.
Estoy ùuy comprometida con el tema de las botellas de amor, y lo estoy dando a conocer en mi país. Qué bueno que estaría si, por una vez, los países del supuesto «primer mundo» – los principales respnsables de la contaminación – emularan a Colombia, Ecuador y Argentina!
Luego de un año: GRACIAS! Si continuas con las actividades y puedo ayudar @bombonauta en IG, contá conmigo