Fundación Vida Sostenida creada para brindar educación ambiental

Hábitos que perjudican al ambiente frente a alternativas más sustentables. La fundación tucumana Vida Sostenida brinda educación ambiental y aplica la economía circular

Por Florencia Padrón

A+S dialoga con María Inés Canelada y Silvia Guillén, fundadoras de Vida Sostenida, sobre su trabajo para fomentar la educación ambiental.

“Creemos en la necesidad de poder educar a la sociedad para que sean libres al momento de tomar decisiones y tengan las herramientas necesarias”, explica María Inés Canelada. Ambas trabajan en la Universidad Nacional Tucumán, pero su objetivo es volcar su conocimiento en un ámbito distinto al académico.

Con el fin del año lectivo, uno de sus proyectos es recolectar hojas de carpeta de instituciones educativas de todos los niveles -principalmente el secundario-. En segunda instancia, buscan realizar una actividad para que los chicos puedan reciclar el papel y hacer juegos.

María Inés explica que la idea es concientizar a los alumnos sobre la necesidad de cuidar el ambiente, además de enseñarles sobre la economía circular -que los residuos pueden convertirse en materia prima para otros productos-. 

“Si una persona no está educada y sensibilizada sobre el cuidado del ambiente y cómo se lo perjudica, es muy difícil que tenga hábitos y que entienda por qué debería realizar ciertas actividades o elecciones”

María Inés Canelada, fundadora de Vida Sostenida

Como acciones personales recomiendan la separación de residuos y el compostaje. Resaltan que primero se necesita crear consciencia sobre cómo beneficia al ambiente. Silvia comenta: “Aquí en Tucumán el manejo de residuos está lejos de estar en un nivel óptimo. Hay una falta de conocimiento y de compromiso de los ciudadanos sobre el reciclado y tampoco está la facilidad para la separación”.

Guillén anticipa que van a trabajar en acercar indicadores de sostenibilidad, como la huella de carbono -la cantidad de Dióxido de Carbono generada- o la huella ecológica -cómo afecta los estilo de vida al entorno-. “Cuando uno usa un calculador para sacar su propia huella, realmente crea consciencia de a dónde estamos parados en relación al consumo o la producción responsable”.

Respecto al consumo, María Inés resalta que hay muchos productos que tienen su alternativa más sostenible, incluso los cepillos de dientes. Aunque su alcance depende de las posibilidades que tenga cada uno.

Al elegir, destaca que es importante pensar en la huella de carbono asociada al transporte del producto y el daño que produce al consumirlo. Por ejemplo, señala que son una mejor opción las frutas y las verduras de la zona, que además benefician a las economías regionales. Respecto al packaging señala: “Es una elección si prefiero llevar bolsas, que el paquete no tenga moño o llevar cierta línea de comida por su envoltorio”.

Por otro lado, María Inés no recomienda usar muchas veces una misma botella de plástico. Explica: “Si la vamos recargando, por un lado, tenemos la probabilidad de la degradación propia del plástico -por la temperatura y el tiempo- y, por otro lado, la proliferación de microorganismos dentro de las botellas”. Por eso, recomienda usar otro recipiente de un material “inerte” que tenga una certeza de que no interactúe y que se pueda limpiar con facilidad.

La fundación también tiene como eje la cultura y el arte asociada al ambiente. Organizaron una exposición de una obra de residuos metalúrgicos realizada por Gustavo Escalante y Ludmila Rios Guillen. «Escorial» fue hecha con residuos de fundición, acetatos, plásticos reciclados, conforme expusieron los autores.

Arte con residuos metalúrgicos

Además, desde la fundación acompañan a empresas en el manejo de residuos, como de metalúrgica y de cosmética. Silvia aclara: “Producen residuos muy diferentes que tienen tratamientos específicos, ya tenemos proyectos que han sido aprobados y estamos en periodos de comenzar a ejecutarlos”.

“Lo ideal es trabajar sobre la disminución de la generación y la reutilización. Estamos en lo que se pueda de distintos sectores. Muchas empresas tienen la reutilización en varios niveles, pero buscamos poder darle un valor”, explica la fundadora. Concluye que también capacitan a los empleados en el manejo de residuos para que lo incorporen y transmitan.