La Confederación Cannábica busca impulsar el desarrollo de la industria en Argentina
Se trata de una organización no gubernamental con el objetivo de crear una red global alrededor de la marihuana y sus potencialidades, pero actualmente se enfrenta a complicaciones generadas por las incertidumbres reglamentarias y las políticas locales
Por Carla Frías e Ivan Naciff
A+S dialoga con Leandro Ayala, presidente de la Confederación Cannábica de la ciudad de Buenos Aires, sobre el rol e importancia de la labor de la agrupación defensora de la generación de políticas públicas que promuevan el desarrollo de la Industria Cannábica.
El objetivo de la confederación es crear una red mundial de emprendedores, empresarios, usuarios, asociaciones cannábicas, asociaciones políticas y civiles. Y su misión es nuclear a todos los actores detrás de esta planta, consolidar su unión, visibilizar y concientizar al público en general sobre esta planta y todas las aplicaciones que le puede dar a la humanidad para su desarrollo, conservación, manejo sostenible de los recursos naturales y del medio ambiente, así como desarrollo económico en todas las regiones de nuestro país.
“La Confederación Cannábica se conformó en el año 2019. Su acto fundacional se llevó a cabo en el Hotel Bauen, un símbolo de la lucha de los trabajadores. Desde entonces, hemos creído firmemente en la necesidad de una armonía entre el capital y el trabajo, es decir, entre trabajadores y empresarios. Esta armonía es crucial para generar políticas públicas que promuevan el desarrollo de la industria cannábica”, comenta Leandro Ayala.
En el año 2021 la Confederación formalizó su espacio, entendiendo la importancia de que los contactos y acuerdos que se habían forjado durante 20 años entre todas las organizaciones afines de Argentina, eran vitales para el nacimiento y crecimiento de esta nueva industria como ejemplo en nuestro país.
La organización cuenta con asociaciones a productores, cultivadores, profesionales de la salid, cámaras, investigadores, científicos, técnicos, empresarios, comercializadores y todos los actores relacionados con la planta de cannabis y el cáñamo. Además de tener delegaciones en todo el país y representantes en varios países, como Brasil, Colombia, Chile, Rusia, España y muchos más.
“Nosotros somos actores fundamentales, yo como presidente de la Confederación Cannábica y flamante secretario de la rama de empresarios del movimiento justicialista, estamos articulando con distintos empresarios, no sólo de la industria del cannabis, sino con otros sectores claves para el desarrollo de la industria cañamera, no sólo del cannabis medicinal”, menciona el secretario.
Si ahondamos en el marco normativo de esta planta, en el año 2017 se publicó la Ley 27.350 que establece el marco regulatorio para la investigación médica y científica del uso medicinal, terapéutico y/o paliativo del dolor de la planta de cannabis y sus derivados. Y en el año 2022 se aprobó la Ley 27.669, “MARCO REGULATORIO PARA EL DESARROLLO DE LA INDUSTRIA DEL CANNABIS MEDICINAL Y EL CÁÑAMO INDUSTRIAL” tiene por objeto establecer la cadena de producción y comercialización nacional y/o con fines de exportación de la Planta de Cannabis, sus semillas y sus productos derivados afectados al uso medicinal, incluyendo la investigación científica, y al uso industrial, promoviendo así el desarrollo nacional de la cadena productiva sectorial.
De esta manera, si bien Argentina se abrió a esta industria, permitiendo un avance lento y generando nuevas oportunidades laborales y de negocios. Ayala explica que, “Como empresarios de pymes, no estamos completamente satisfechos con el desarrollo actual de la matriz productiva. A pesar de los progresos, observamos que los principales actores en esta industria son predominantemente sociedades del Estado, dirigidas por gobiernos provinciales como los de Misiones y Corrientes, así como algunos municipios progresistas. Esta situación ha generado una sensación de exclusión entre los empresarios pymes y emprendedores que han estado luchando y desarrollando esta industria durante muchos años”.
“A los empresarios pymes, especialmente aquellos que han estado comprometidos con la industria desde sus inicios, nos preocupa la falta de reglas de juego claras y estables. Las incertidumbres reglamentarias y las políticas cambiantes han creado un entorno complicado para las pequeñas y medianas empresas que buscan establecerse y prosperar en el sector. Además, el gobierno actual ha entorpecido significativamente la actividad productiva y comercial con sus decisiones y regulaciones, exacerbando los desafíos que enfrentamos”, expresa el presidente de la Confederación.
Además, aclara que “Para avanzar de manera efectiva, es crucial que se establezcan normativas claras y consistentes que permitan a las pymes operar en igualdad de condiciones con las grandes entidades estatales. Solo así se podrá fomentar un desarrollo equilibrado y sostenible de la industria, beneficiando tanto a las grandes entidades como a los pequeños emprendedores que juegan un papel vital en la expansión y diversificación del sector”.