LAS CRIPTOMONEDAS ¿SON SUSTENTABLES?
A simple vista estas monedas digitales aparentan ser inofensivas para el medio ambiente, pero la realidad es una muy diferente: utilizan grandes cantidades de energía eléctrica y generan una gran demanda en el uso de aparatos electrónicos.
¿Se puede solucionar?
Por Karen Arias

CRIPTOS ¿DE QUÉ SE TRATA?
Las criptomonedas son un tipo de divisa alternativa o moneda digital
El control de cada moneda funciona a través de una base de datos descentralizada, usualmente una cadena de bloques (blockchain en inglés), que sirve como una base de datos de transacciones financieras públicas.
Su utilidad se refleja en una forma de pago alternativa, cuyas principales características es ser una divisa segura sin intermediarios, y además no está ligada a los bancos centrales de los países.

Pros y contras
Su lado positivo es que como son monedas digitales no necesitan ser impresas, por lo tanto, no es necesario talar árboles para su producción ni se gasta energía en los procesos de impresión y distribución.

El lado negativo es que para usar dichas monedas se necesitan artefactos electrónicos como celulares o computadoras, los que indudablemente se fabrican con materiales muy contaminantes. Estos son requeridos ya que existen las billeteras para criptomonedas que son aplicaciones que ofrecen un servicio en línea y permiten a los usuarios guardar y acceder a sus criptodivisas. Todas cuentan con una aplicación, para poder acceder y realizar transacciones.
Otro punto negativo es la cantidad de energía eléctrica que se consume para poder realizar dichas transacciones, es decir, para poder hacerlas hay que «minar» criptomonedas.
Quienes se encargan de organizar y proteger la blockchain se llaman mineros, tratando de encontrar la clave de cifrado. Luego se la comunican entre sí para luego probarla. A este proceso de introducir nuevos bitcoins y hacer que sea segura se le llama minería de la blockchain. Para ello, los mineros necesitan ordenadores potentes, con componentes de fabricación tóxicos, que deben funcionar las 24 horas del día y los 7 días de la semana para resolver algoritmos matemáticos complejos.
Además se tiene que contar con una refrigeración constante de las maquinas por su gran exigencia. Esto produce un consumo de energía eléctrica desalentador para el medio ambiente.

Este proceso tiene gran popularidad y masividad en el mundo de las criptomonedas porque el minero que encuentre primero la clave de cifrado recibe tokens de criptomonedas como recompensa.
«Más allá de las consideraciones que uno puede tener sobre las criptomonedas y su rol dentro del esquema socioeconómico, ninguna actividad puede tener un costo energético y socioambiental tan elevado»
Felipe Gutiérrez Ríos, integrante e investigador del Observatorio Petrolero Sur, dijo a la agencia de noticias Télam.
El bitcoin, por ejemplo, una de las monedas más comercializadas, utiliza 204 tera vatios hora (TWh) de electricidad cada año en Argentina, comparable al consumo de Tailandia y genera una huella de carbono similar a la de la República Checa, según el índice de consumo de energía de Bitcoin de la web Digiconomist.

Con respecto a la minería de las criptomonedas, múltiples proyectos se han estado instalando en los últimos años en la Patagonia argentina, en busca de zonas frías (para no tener abundantes gastos en la refrigeración de las máquinas mineras) y por costos de electricidad, que son mucho menores que en otros países del mundo.
En este contexto, la Secretaría de Energía dispuso en febrero de 2022 una normativa que únicamente rige para Tierra del Fuego. Esta quita los subsidios a la actividad de las criptomonedas, que debe pagar tarifas entre tres y cuatro veces más altas que los usuarios residenciales.
Tierra del Fuego le quitó el subsidio a la energía eléctrica que consumen las Criptomineras instaladas en la Isla.
A pesar de ello, la actividad continúa evolucionando. A modo de ejemplo, en la localidad neuquina de Zapala, la empresa británica FMI Minecraft Mining ha anunciado recientemente su proyecto de una «mega granja de minería de datos». Se va a instalar en la Zona Franca de Zapala, donde no se pagan impuestos por el uso de servicios públicos, este propone alcanzar una capacidad de 1 gigavatio (GW) de potencia, lo que equivale aproximadamente, al nivel mensual que consumen entre tres y cuatro millones de casas residenciales del país.
Una parte positiva a destacar, es que muchos mineros alrededor del mundo que utilizan diferentes métodos de energías renovables como la energía eólica, hidroeléctrica y solar.

En Argentina, existe un grupo de cuatro jóvenes oriundos de Buenos Aires, que se dedican al desarrollo e importación de tecnología, que crearon la empresa Corporación Capsula. Esta, mina bitcoin en Chaco más específicamente en la ciudad de Resistencia, con una planta que se alimenta de energía solar y tiene un sistema de refrigeración sustentable.
«El sistema funcionará conectado a la red eléctrica de Resistencia. Nosotros producimos mayor cantidad de energía de la que necesitamos y ese excedente será inyectado en la red para que el resto de la comunidad pueda aprovecharla. Por la noche, nosotros usamos la red para abastecer la planta»
Francisco Gómez Salaverri – uno de los emprendedores que lleva adelante el proyecto
Numerosos proyectos argentinos como este, buscan impulsar alternativas menos desfavorables con el medio ambiente, en un marco en que el consumo de energía de las criptomonedas llegó a niveles inexcusable en medio de una crisis climática y energética mundial.
Buenas,
Soy un estudiante de secundaria que está trabajando en un tesina sobre las criptomonedas y la tecnología Blockchain que tiene detrás, y en mi opinión la nota en general me gustó. Dónde se empieza a hablar sobre pros y contras me parece que el mensaje que deja está algo alejado de la realidad, aunque explicar el consumo eléctrico de parte del minado de Bitcoins y como unos chicos en Chaco trabajan en achicar los importantes problemas ambientales que causa me parece algo muy bueno de la nota, también hubiera mencionado que en realidad solo algunas criptomonedas requieren de tal consumo eléctrico y que todo depende del protocolo de consenso con el que trabajan sus Blockchains, que es un problema que se tiene que trabajar sobre puntos específicos, como lo es bitcoin. Hubiera mencionado como el tiempo y el desarrollo llevó a qué está tecnología evolucionará y nuevos proyectos de criptomonedas actualmente populares trabajaran por detrás con una Blockchain que no se basa en la fuerza computacional, sino en otras cosas. Entonces no se siente está generalización que sentí yo sobre las criptomonedas sobre sus efectos sobre el medio ambiente.
Me gustó la nota igual 🙂