«Premio Nobel del Ambiente»para científica argentina
Sandra Myrna Díaz, investigadora del Conicet, obtuvo el galardón junto con Eduardo Brondízio, un científico brasileño-estadounidense, por el que cada uno embolsó un gran premio en dólares. Se trata de los primeros sudamericanos en obtener ese reconocimiento
Una ecóloga argentina ganó el Premio Tyler al Logro Ambiental, conocido popularmente como el «Premio Nobel del Ambiente», debido a un trabajo de investigación de su autoría que vincula la biodiversidad con la humanidad.

«La naturaleza no sólo está ‘ahí afuera’, también nos hizo lo que hoy somos, literalmente, y continúa haciéndonos cotidianamente, más allá de lo que las narrativas dominantes puedan inducirnos a creer», expresó Díaz en un entrevista con motivo de haber recibido el Premio Científico de la Fundación Bunge y Born 2019 por su trabajo sobre la contribución de la naturaleza a la vida y el desarrollo de los seres humanos.
Cordobesa de nacimiento y de carrera, Díaz es una referencia en el ámbito de la investigación nacional en el rubro de las temáticas ambientales. Su ficha técnica: bióloga, investigadora Superior en el Instituto Multidisciplinario de Biología Vegetal (IMBIV-Conicet-UNC), docente de la Universidad Nacional de Córdoba y directora del Núcleo DiverSus de Investigaciones sobre Biodiversidad y Sustentabilidad (CONICET-UNC-IAI). Pergaminos, como se dice, no le faltan.
En las últimas horas, cuando se supo que a Díaz le sería otorgado el Premio Tyler al Logro Ambiental (que administra la Universidad del Sur de California, y fue impulsado por Ronald Reagan en 1973, mientras era gobernador de ese estado de Norteamérica), la presidenta del Comité Evaluador, Julia Marton-Lefèvre, señaló: «El trabajo de Sandra Díaz ha sido fundamental para redefinir cómo se conceptualiza y valora la biodiversidad en el mundo».
«El Comité considera que sus recomendaciones, basadas en evidencia, para proteger y utilizar de manera sostenible nuestros recursos naturales vitales son un ejemplo perfecto de cómo la ciencia puede generar un impacto real», elogió a Díaz. El galardón le será entregado de forma protocolar el próximo jueves 10 de abril, así como también un monto de 250 mil dólares.
Sandra Díaz había obtenido el Premio Brillante en los Premios Konex de 2023. Foto Martín Bonetto.
«La justicia socio-ambiental y el respeto por nuestras conexiones con otras formas de vida en la Tierra deben dejar de ser conceptos abstractos», continuó Marton-Lefèvre en su elogio a los elegidos. Justamente, Díaz aboga en sus quehaceres científicos y de investigación por que se abandone esa concepción abstracta entre la naturaleza y el ser humano. El Conicet dice sobre ella: «Pide que el respeto por la naturaleza y sus contribuciones vitales para la gente se incorporen en sectores de la legislación y la economía».
Incendios, cambio climático y contra el negacionismo: las definiciones de la ganadora del «Nobel del Medio Ambiente»
«Tratamos de entender cómo las plantas y los ecosistemas producen diferentes beneficios y perjuicios para diferentes actores sociales».
¿Qué cuestiones en particular estudia Díaz, con especial énfasis en nuestro país? «El número de especies, cuántos individuos quedan, cómo es su distribución geográfica con respecto al territorio que podría ocupar, la diversidad genética, la integridad y extensión de los ecosistemas, las funciones de las especies y los ecosistemas, que a veces dejan de cumplirse cuando no están extintos, pero son demasiado pocos. Además, sabemos mucho de algunos grupos (mamíferos, aves y plantas con flores) pero mucho menos de otros menos glamorosos pero importantes para la biósfera, como los insectos y hongos».
«El denominador común, la gran tendencia en el país y en América Latina, es el cambio acelerado del uso de la tierra; por ejemplo, la deforestación y la instalación de agricultura industrial e infraestructura a gran escala, seguida de cerca por la explotación directa, o sea la caza o tala o recolección dirigida a una especia de animal o planta», advierte la investigadora sobre el escenario del continente en lo relativo a la biodiversidad
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Sandra Myrna Díaz galardonada con el Premio Princesa de Asturias de Investigación Científica y Técnica en 2019. Foto EFE
En 2019, además del premio de la Fundación Bunge y Born, también obtuvo el Princesa de Asturias.
Además, en las últimas horas, luego de que se hubiera conocido su nombre como ganadora, el medio cordobés La Voz del Interior le consultó acerca de una temática ambiental más que actual, los incendios forestales. «Siempre los hubo, pero una de las características del cambio climático global es que estos extremos se hacen más frecuentes y más intensos”, explicó.
Y lo vinculó con el cambio climático, una problemática sobre la que Javier Milei y otros líderes mundiales pusieron un manto de dudas al rechazar que las causas sean humanas: “La única forma de evitar que esto siga aumentando es aplicar todas las medidas necesarias para frenar el cambio climático, reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y seguir las recomendaciones del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), que cuenta con miembros de la comunidad científica argentina en puestos de liderazgo, así como los lineamientos del Acuerdo de París».
Más contundente fue en una entrevista con este diario, en noviembre de 2023. «A esta altura, con la cantidad de evidencia acumulada y los informes periódicos del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC) realizados por cientos de profesionales que actúan de forma voluntaria e independiente, negar el cambio climático no es escepticismo; es negacionismo basado en la desinformación y, sobre todo, en la protección de intereses que se ven vulnerados por las medidas que habría que tomar para solucionarlo», sostuvo.
Su especialidad es el estudio del impacto del cambio climático global sobre la biodiversidad regional de los ecosistemas vegetales. También investigó los efectos del uso de la tierra y los cambios de biodiversidad sobre la dinámica del carbono y la diversidad de la microbiota en los suelos. Para desarrollar sus estudios recibió numerosos subsidios nacionales e internacionales.
La impresionante trayectoria de Díaz se destaca en más de 300 publicaciones científicas realizadas en revistas y libros. De acuerdo a la Base de datos Web of Science, sus trabajos fueron citados más de 40.000 veces y el índice h correspondiente es de 92, indicadores sumamente elevados para una disciplina como la biología.

Pero el compromiso de esta ecóloga no es individual: Díaz dirigió siete tesis doctorales y está dirigiendo becarios posdoctorales.
A nivel internacional, participó como co-coordinadora del Grupo Ecosistemas Terrestres del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC) entre 1995 y 1997, y desde el año 2005 se desempeña como Miembro del Comité Directivo Científico del «Global Land Proyect» del Programa Internacional de la Geósfera y Biosfera.
Su trayectoria científica ha merecido diversas distinciones y premios entre las cuales tienen mayor relevancia la «Guggenheim Fellow» otorgada en el año 2002, el Premio Zayed del Ambiente 2005, el Premio Cozzarelli de la National Academy of Science USA, aunque sin duda el reconocimiento más importante es el Premio Nobel de la Paz, otorgado en el año 2007 al conjunto de los integrantes del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático, de la cual la doctora Díaz forma parte. En el año 2009 fue designada Miembro Asociado Extranjero de la Academia Nacional de Ciencias de los Estados Unidos.
fuentes: Conicet, Clarin, Página 12