El 3 de julio se celebra a nivel internacional el Día Libre de Bolsas Plásticas, con un objetivo claro: reducir las bolsas de plástico de un solo uso y fomentar su consumo responsable. 

Se ha concienciado de la importancia de eliminar el plástico de su rutina diaria por los enormes prejuicios que este presenta tanto para el ser humano como para el medio ambiente.

Por Exequiel Leal

En el día a día, las bolsas de plástico se han convertido en uno de los objetos más cotidianos y también uno de los más perjudiciales para el medio ambiente.

Algunos países, como Francia e Italia ya han prohibido la producción de bolsas de plástico y han reducido notablemente su consumo. 

Otras naciones como Reino Unido, Portugal y Suecia han optado por aplicar impuestos sobre el uso de las bolsas, y en otros países como Finlandia o Alemania los comercios han establecido acuerdos voluntarios.

MOMENTO DE CAMBIAR

En nuestro país, hace ya mucho tiempo que los grandes supermercados cobran por las bolsas de plástico en caja. 

A partir del 1 de enero de 2017, el gobierno porteño impuso que los hipermercados, supermercados y autoservicios de alimentos y bebidas no entregan bolsas plásticas livianas no biodegradables en sus líneas de caja.

El proyecto se llevó a cabo mediante la resolución 341/16/APRA, publicada en el Boletín Oficial. 

Las bolsas de plástico tradicionales

Las bolsas de plástico fueron creadas por el ingeniero suizo Sten Gustaf Thulin, en 1959. Su objetivo era reemplazar los envoltorios de papel, que eran considerados malos para el medio ambiente, por la tala de árboles.

En el caso de las bolsas plásticas, tenían mayor resistencia que la alternativa de papel. La idea de Sten era que se usarán una y otra vez, reduciendo la cantidad de basura.

El invento de Thulin se patentó a través de una compañía de fabricación de plástico y rápidamente ganó popularidad. En los 80, dos grandes cadenas de supermercados comenzaron a emplearlas y se volvieron la opción más frecuente para los clientes.

Ahora, se producen al año un trillón de bolsas plásticas y la mayoría acaban en los océanos. Por ello, en 2002, Bangladesh se convirtió en el primer país en prohibir su uso, algo que ha sido imitado por otras naciones.

Alternativas de las bolsas de plástico

A pesar de que las alternativas de papel, tela o biodegradables reducirán la basura producida, tienen otros efectos adversos para el medio ambiente.

Especialistas señalan que una bolsa de papel deberá ser usada al menos tres veces para ser igual de ecológica que una bolsa de plástico reciclada.

Las opciones de tela, por su parte, usan algodón, un cultivo que requiere de grandes cantidades de agua para crecer, por lo que deben ser usadas al menos 131 veces para recuperar su impacto ambiental.

Las bolsas biodegradables

Reemplazar las clásicas bolsas de plástico por sus hermanas biodegradables quizá no sea la solución más efectiva contra la contaminación. Está comprobado que los residuos no biodegradables permanecen decenas de años sin alterarse

Estas bolsas están compuestas por material vegetal, pero la mayoría siguen conteniendo plástico en grandes cantidades. Pueden ser ligeras o muy ligeras, es decir, que pueden tener menos de 15 micras de grosor o tener entre 15 y 50 micras.

Las bolsas biodegradables, con sus luces y sombras, se presentan como una potencial alternativa de futuro para sustituir al plástico convencional. Pero son una falsa solución, ya que no se degradan totalmente.

Sin embargo, a la hora de enfrentarnos a un problema, las ideas pueden llegar desde cualquier lugar y pueden resultar esperanzadoras. Tal es el caso del gremio de la química, donde se busca mejorar o modificar la composición de los plásticos, o bien buscar una alternativa que sustituya a los que tradicionalmente venimos usando.

También, existen normas, que demuestran la preocupación de los gobiernos por el cuidado del medio ambiente.

Normativas en Argentina

A partir de la medida tomada por el gobierno porteño, el 1 de enero de 2017, varias provincias se sumaron a la iniciativa. 

Como Santa Fe, que prohibió, desde el 1 de marzo 2017, la utilización de bolsas plásticas tipo camiseta, confeccionadas en polietileno, o cualquier polímero artificial no biodegradable, en pos de mitigar el riesgo hídrico y favorecer la protección del medioambiente.

También, el Municipio de Paraná (Entre Ríos) que, a partir del 1 de octubre de 2017, prohibió la entrega gratuita en línea de cajas de bolsas de plástico de un solo uso en hipermercados, supermercados y autoservicios.

En 2020, la Provincia del Chaco impulsó una ley para prohibir el uso de bolsas plásticas en toda la provincia, así como todo material no biodegradable que se utilice para trasladar productos o mercaderías. 

Ese mismo año, la legislatura de misiones convirtió en Ley la prohibición de utilizar bolsas de plástico y todo material no biodegradable entregadas por los comercios a los clientes para transportar las compras, en todo el territorio provincial.

La inclusión de normas perdura en el país

En Rada Tilly (Chubut), desde el 15 de junio los comercios no entregan bolsas plásticas. Ante esto, los establecimientos de la villa balnearia dan bolsas reutilizables.

También, en Bariloche (Río Negro), hay un proyecto de ordenanza que busca restringir el uso de bolsas de arranque o bobina, que se utilizan habitualmente en verdulerías, panaderías y otros rubros.

En Mendoza se sancionó, en el mes de junio, la regulación y prohibición de utilización de bolsas de materiales no biodegradables y plásticos de un solo uso.  

En San Luis, algunos supermercados ya no entregan bolsas plásticas. Según una ordenanza, los locales de la capital tampoco deberán facilitar vasos y cubiertos descartables. 

Momento de cambiar

Actualmente, mucha gente ya se ha concienciado de la importancia de eliminar el plástico de su rutina diaria por los enormes prejuicios que este presenta tanto para el ser humano como para el medio ambiente.

Aún así, sigue habiendo gente que prefiere no posicionarse al respecto y continúa con la utilización de bolsas de plástico de manera habitual.

Como seres humanos tenemos la obligación de dejar el planeta libre de bolsas de plástico. Esto es algo que requiere la implicación de todos los sectores de la sociedad, desde los gobiernos hasta el consumidor final.

El 3 de julio, es un día para reflexionar, pero no es el único para actuar. A partir de hoy tenemos la gran oportunidad para cambiar nuestros hábitos de consumo y transitar hacia formas más responsables con nuestro planeta. Esto implica dejar de lado los desechables y optar por opciones reutilizables.

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