Marcos de anteojos hechos con colillas de cigarrillos
Karün diseña marcos de anteojos con Celion, un material hecho con el acetato de las colillas de cigarrillo, recuperado por la empresa chilena IMEKO. El objetivo de la colección, que se lanzará en el 2025, es mitigar su contaminación ambiental
Por Florencia Padrón
A+S dialoga con María José Torrealba, directora de Comunicaciones de la empresa chilena Karün presente en 31 países.
Karün fabrica marcos de anteojos a partir de residuos contaminantes de la Patagonia, como toneladas de redes de pesca (nylon) y chatarra, recolectados por comunidades rurales. “Nuestro desafío como empresa no es solo limpiar, sino devolverle vida a los ecosistemas previamente contaminados en la Patagonia y en el mundo”, explica María José.
Desde Karum se enfocaron en trabajar con las colillas de cigarrillos por ser un residuo “complejo”, “comúnmente ignorado» y “una de las formas más tóxicas de contaminación oceánica». Se trata de un residuo tóxico porque el filtro de las colillas está hecho de acetato de celulosa (un plástico) que, a su vez, retiene el alquitrán y la nicotina que quedan tras haber fumado.
Son considerados el residuo más abundante en la vía pública. Se estima que se tiran entre 4.5 y 5.6 billones de colillas al año en el mundo, lo que equivale a aproximadamente 18.000 millones de colillas por día, conforme al Informe General sobre Colillas de Cigarrillos elaborado por la organización Ecohouse.
Una sola colilla puede contaminar hasta 50 litros de agua potable, conforme a Ocean Conservancy (Conservación del océano). Además el informe del 2018 “Building a Clean Swell” (Construyendo un oleaje limpio) de la misma organización afirma que su presencia está por encima de envoltorios, botellas, tapas, bolsas de plástico y sorbetes.
En busca de transformar está problemática ambiental en una “oportunidad de innovación” desde Karün buscan transformar este residuo en marcos de anteojos. Para lograrlo, se asociaron con IMEKO, una empresa chilena que recolecta colillas de cigarrillo y recupera el acetato de celulosa del filtro utilizando un proceso químico que elimina sus tóxicos.
Explica María José Torrealba que con este proceso mecánico-químico, “eficiente”, “sostenible” y “escalable”, obtienen una nueva materia prima sostenible llamada Celion (el acetato de celulosa puro de las colillas sin sus tóxicos). “Por cada tonelada de Celion, se eliminan hasta 5.6 millones de colillas de cigarrillos. Así, a partir de lo que eran residuos, podemos obtener anteojos de calidad y transformar la moda en un símbolo de cambio. ”, asegura.
El reciclaje de las colillas se realiza en las instalaciones de IMEKO en Valparaíso (Chile). La nueva materia prima Celion puede ser usada para hacer marcos de anteojos en cualquiera de las fábricas actuales de Karün, ubicadas en Italia, China y Corea del Sur, detalla María José.
Sus productos hechos con Celion serán parte de la colección de anteojos de 2025. “No solo marcamos un hito en el diseño de productos al ser la primera colección comercializada en el mundo fabricada a partir de colillas de cigarrillos, también lideramos un movimiento de innovación responsable y cambio positivo en los negocios y productos”, concluye.