El riesgo financiero de la crisis ambiental
Rodrigo Tornquist, ex secretario de Cambio Climático plantea la necesidad de “valorizar la naturaleza” en la economía para enfrentar la crisis ambiental. “No hay ninguna cadena de producción a nivel global que no esté expuesta a riesgos sistémicos. El riesgo financiero de la crisis ambiental”, explica

Por Florencia Padrón Sanchez
A+S dialoga con Rodrigo Tornquist, ex secretario de Cambio Climático de la Nación (2020-2021), co-fundador de Asociación Civil Sustentar –ONG que trabaja en el desarrollo sostenible de América Latina- y especialista en finanzas para la naturaleza.
“La dependencia de la economía con la naturaleza ya es un multiplicador de riesgo financiero y de acceso al mercado, que estresa a los seguros”, asevera en Será Sustentable 2025, evento organizado por Centro Geo en la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA. En su tercera edición, enfocada en la Transición Energética, contó con 25 expositores referentes en sustentabilidad.

Tornquist argumenta que el problema es más complejo que el cambio climático dado que la economía se ve afectada por otras cuestiones como la contaminación, la falta de recursos naturales y la desertificación. «Hoy ser carbono neutral es como decir: ‘Fui a visitar a mi abuela al hospital y no fumé’. Ya hay que tratar de ser positivo respecto a la naturaleza”, ironiza.
“Necesitamos repensar la relación con el ambiente, no desde el romanticismo como con la responsabilidad empresarial, sino como eje de la cadena de valor”, sostiene el co-fundador de Asociación Civil Sustentar. Explica que la “agenda geopolítica de la naturaleza” incluye la seguridad alimentaria, energética y ambiental, junto con el avance tecnológico.
-¿A qué se refiere con valorizar la naturaleza desde la economía?
-La economía tradicional considera a la naturaleza como una externalidad que no es parte de la ecuación. Tenemos un modelo económico que excluye socialmente, destruye ambientalmente y remunera lo que no genera valor.
Planteamos discutir realmente qué tiene importancia. La economía debe satisfacer las necesidades de la gente y conseguir los recursos para sobrevivir. Hoy hay múltiples abordajes que empiezan a integrar a la naturaleza. No es ponerle precio, sino reconocer su valor.

–¿Cómo se puede implementar en Argentina?
-Hay múltiples mecanismos e instrumentos financieros. Desde el canje de deuda por naturaleza hasta trabajar con aseguradoras para invertir en ambiente para reducir riesgos financieros en la cadena de valor.
Hay que trabajar con el sector productivo para identificar en qué eslabones hay más vulnerabilidades. Particularmente, a causa del cambio climático, la falta de recursos naturales, la degradación de suelos y la carencia de nutrientes. Todos estos factores generan sobrecostos y mayor riesgo porque impactan sobre la producción primaria, el aprovisionamiento y las cadenas logísticas.
Es un enfoque más simple que plantear absorber el dióxido de carbono equivalente al producido en la atmósfera, porque se mide en riesgo y en afectación de capacidad productiva.
–¿Son políticas que se deben aplicar desde el gobierno?
-No, generalmente son políticas que implementan las empresas y el sector financiero como cálculo de riesgo. De hecho, los gobiernos están un poco retrasados porque hay una moda negacionista, es el último espasmo de algo que termina.
Hoy, el sector productivo y la gente demanda un enfoque distinto. Lamentablemente, los gobiernos y la política no lo saben entender, pero ya es imparable.

