Mamá Cultiva, la ONG impulsora de la Ley de Cannabis Medicinal
La ONG pionera en Argentina para el logro de avances judiciales y legislativos respecto al uso del cannabis para la salud con fines terapéuticos, cuyo objetivo es informar y promover el autocultivo
Por Carla Frías
Mamá cultiva nace de la mano de un grupo de personas usuarias, cultivadoras de Argentina, principalmente madres, quienes utilizaban el cannabis con fines medicinales, y necesitaban de una regulación legal para su uso.
Según explica la presidenta de la organización, Valeria Salech, a pesar de la aprobación de la ley 27350 en el año 2017, que estableció el marco regulatorio para la investigación médica y científica del uso medicinal, terapéutico y/o paliativo del dolor de la planta de cannabis y sus derivados, “Durante muchos de los años siguientes no se hizo nada al respecto por parte del Estado, se reglamentaron pocos artículos, no se generó ningún acceso directo a las terapias con cannabis, no se formó a los profesionales de la salud respecto al tema”.
Valeria Salech, presidenta de mamá cultiva y autora de «La historia de Mamá Cultiva Argentina»
Así, comenta Valeria, “Asumimos un rol de formadoras y empezamos a generar espacios donde no solo formábamos a las familias que se aproximaban masivamente a buscar información, sino que también comenzamos a crear espacios en el ámbito académico”.
De esta manera, mientras la finalidad de la organización comenzó siendo el conseguir un marco regulatorio para el cultivo de cannabis, poco a poco se convirtió en el poder brindar información y formación a cada uno de los niveles de la sociedad. Y al día de hoy, su presidenta confirma que “Esa finalidad también incorporó el acompañar a las familias que acudan a “mamá cultiva” y generar conciencia sobre el uso de otro tipo de herramientas terapéuticas que la medicina alopática no brinda”.
La ONG ofrece información, cuenta con talleres y espacios dedicados a fomentar el aprendizaje de este tipo de prácticas terapéuticas. La activista explica que se proporcionan “Talleres de extracción, de cultivo, de derechos en discapacidad, y también sobre cómo preparar diferentes derivados de cannabis para uso terapéutico”. Un gran ejemplo de esto es su espacio de Contención y Orientación (ECO), que consiste en doce encuentros (tres meses) de dos horas de duración, en donde se profundiza en conceptos y nociones acerca de las temáticas que la ONG considera fundamentales para construir una ciudadanía más consciente y comunitaria.
Esta organización también cuenta con un dispositivo de acceso a la salud, pensado para todas aquellas familias que quieren aprender sobre la cultivación de cannabis y su uso respecto a sus terapias.
En cuanto al ámbito académico, según explica Valeria, “Contamos con un curso de extensión en la Universidad Metropolitana (UMET) y una diplomatura, para personas con carreras de grado, en la Universidad Nacional de José C. Paz (UNPAZ)”.
Se trata, además, de una organización autogestiva, es decir que no reciben financiamiento de ningún organismo público ni privado. De esta manera, para poder financiar la organización, «Mamá Cultiva» invita a los ciudadanos interesados en sus propuestas a sumarse a su comunidad mediante colaboraciones mensuales, que van desde los mil pesos a los diez mil quinientos pesos sumando la opción de aumentar su donación un 50% cada seis meses. Además, mediante su aporte voluntario se les ofrece acceso directo a descuentos en sus talleres, su tienda y sus locales adheridos.