CLAVES PARA LA RESILENCIA URBANA
Actualmente las ciudades consumen el 78% de la energía mundial con solo ocupar el 2% de la superficie terrestre. A su vez, las ciudades emiten más del 60% de emisiones causantes del cambio climático.
Estamos en límite del calentamiento en 1,5 grados, probablemente las generaciones futuras van a convivir con temperaturas muchas más altas. Lo que representa un mayor consumo energético del ya utilizado.
Pero esto no solo manifiesta un mayor uso de energía que se va utilizar para luchar con las temperaturas demasiado altas o bajas, con las cuales van a tener que combatir diariamente. Además, expresa una mayor demanda en torno a infraestructura habitacional en zonas urbanas y periurbanas, dado que en el presente más de la mitad de población vive en estas áreas.
Se espera que para el año 2050 sean el 70% de la gente. En la Argentina el 90% están en entornos urbano, cerca de 1100 millones de personas viven en barrios marginales. Se supone que en los próximos años se sumen dos mil millones de personas más a esta condición.
Por esto mismo se tiene que pensar en la adopción de una práctica de desarrollo habitacional sostenible en la planificación de una ciudad. Al mismo tiempo debe realizarse un compromiso con la lucha contra el cambio climático, la cual debe enmarcarse en una hoja de ruta hacia la neutralidad en carbono.
En esta hoja de ruta se pueden ver algunas de las siguientes acciones:
- Descarbonizar el transporte: crear un acceso adecuado y asequible al transporte público con bajas emisiones de carbono e invertir en infraestructura urbana para respaldar nuevas tecnologías como los vehículos eléctricos y autónomos –nuevos paradigmas en torno al hidrogeno para baterías.
- Fortalecer los requisitos de construcción: establecer requisitos de alta eficiencia que se apliquen a construcciones nuevas y edificios existentes, con requisitos que van más allá de abordar de manera efectiva la gestión del agua y los residuos. Cambio en la matriz energética hacia la incorporación de una matriz energética más sostenible, aplicándose técnicas pasivas de ahorro energético.
- Aumentar el acceso a la energía verde: fomentar el uso y la adopción de energías renovables, lo que incluye facilitar la construcción de infraestructura local o fomentar la creación de agregadores de consumos energéticos
- Implementar regulación estable: los mecanismos de políticas como las señales de precios y los créditos fiscales bien diseñados estimularán la adopción de tecnologías limpias, fomentarán la innovación y devolverán la carga de las externalidades del carbono a quienes pueden reducirla
- Establecer metas y divulgar el progreso: utilizando marcos establecidos y herramientas de evaluación comparativa, las ciudades pueden establecer metas, realizar un seguimiento del progreso y comparar el desempeño con otras ciudades para encontrar oportunidades e involucrar a las partes interesadas
- Construir consorcios público-privados: las autoridades locales pueden formar asociaciones muy sólidas en torno a la sostenibilidad. Ya sea para crear conciencia, promover iniciativas exitosas o reunir centros de inversión, los consorcios han sido de una forma importante de fomentar el enfoque empresarial en torno a los esfuerzos de sostenibilidad.