Cosméticos naturales: Desodorante sin aluminio y champú solido
A partir de unos problemas de salud, Manuel Herrera desarrolló una alternativa a los cosméticos sintéticos con esencias naturales y aceites

Tomás Grosz y Florencia Padrón (entrevista)
Florencia Padrón (redacción)
A+S dialoga con el emprendedor de cosmética artesanal, vegana y ecofriendly
¿Cómo surgió la idea de hacer cosméticos naturales?
Empezó por una cuestión personal. Siempre tuve alergias en la piel, picazón en las piernas, probaba cremas e iba todo el tiempo a dermatólogos. Un círculo vicioso. Pensaba que era alérgico o no tolerante.
Cuando descubrí el veganismo me di cuenta que la comida de los supermercados no era tan nutritiva como pensaba. Esto me llevó a cuestionar el consumo de productos para la piel y probé unos productos de dietéticas.
Después, comencé a hacer cursos, talleres y entré en este mundo infinito. A partir de ese momento, empecé a hacer mis propios productos, obtuve resultados inmediatos y quise compartir esto que me hace bien.

¿Cuándo empezó había productos similares?
Es bastante nuevo todavía. En 2018 eran muy pocos los emprendimientos que los ofrecían. En las dietéticas no había tantas variedades. Por eso también comencé a comercializar mis productos.
¿Qué ingredientes contienen sus fórmulas?
Tienen avena, aceites vegetales como coco de almendras, ricino, oliva, menta y romero. La avena al menos a mí me hizo bien en la piel, en los champús también la usamos. En el champú usamos tensioactivo de coco, betaína de coco, (todos derivados) para obtener la espuma que estamos acostumbrados.
Después, es todo en base a aceites en general. Otros emprendimientos no usan tantos aceites porque hay diferentes tipos de pieles. Lo que busco es encontrar mi público que esté identificado con las necesidades que tuve.

¿Cómo son sus desodorantes?
Son cremas. Es el producto que más me sorprendió y el que mejor me hizo dado que con los sprays me salía hasta sangre de las axilas. Me daban mucha picazón, cuando dormía incluso.
Lo que pasa es que los sprays son antitranspirantes, en general, los que contienen aluminio te tapan los poros. Así no transpiras ni sentís olor, pero el cuerpo no sabe por dónde respirar y lo necesita.
Entonces, nuestros desodorantes tienen una fórmula con la que transpirás sin olor. Lo hacemos sin aluminio, en base a aceite de coco, fécula de maíz y piedra de alumbre.
¿Cuáles son los beneficios del champú sólido?
La parte de la cara y del pelo es más sensible que la del resto del cuerpo. Su PH es más bajo, por eso hay que cuidar toda la zona bastante con productos que la igualen, aproximadamente 4,5 – 5,5.
Estas fórmulas limpian el pelo y la cara sin barrer con los aceites naturales que emana el cuerpo. Con productos más invasivos nuestra piel se puede brotar, le salen granitos y se pone rosácea.
¿Es real que hay un champú específico para la caída del pelo o para cabellos grasos?
Es real porque como usamos productos que respetan el PH de la piel simplemente van a limpiar, no te van a desequilibrar la caída del pelo (aunque a veces es una cuestión genética, de estrés o por la contaminación).
En nuestro caso al de cabellos grasos le aplicamos una fórmula más acuosa y para el de cabello seco usamos más aceites y mantecas para hidratar.
¿Recicla sus envases?
Sí, nuestros clientes pueden devolver los envases. Queremos hacer el circuito y generar conciencia sobre el reciclado. La reutilización en la producción de este tipo de cosmética no contamina. Tampoco testeamos en animales, lo probamos nosotros mismos, yo antes que nadie, mi círculo, mi gente conocida.
Ya llevamos cinco años en el mercado y cada vez crece más nuestro público. También queremos hacer foco en la reutilización y en no generar más basura.