Bonos de plástico para financiar el reciclaje
Un sistema en donde la empresa recicladora emite un bono por tonelada de plástico que recicla. Luego lo comprá otra empresa productora, para disminuir su impacto ambiental

Por Florencia Padrón
A+S dialoga con Carlos Briones, el presidente de la Fundación Banco de Plásticos, y su coordinadora Agustina Vazquez Acuña, quienes explican cómo son las primeras ventas de bonos de plástico de Sudamérica.
Crearon los bonos con el fin de incentivar el reciclaje siguiendo la idea de los bonos de carbono, que las empresas compran en compensación de sus emisiones de CO2. Además, Carlos Briones señala que buscan solucionar el problema de “la rentabilidad del reciclaje» ocasionado por sus grandes costos.
“El plástico reciclado debería valer menos o lo mismo que el nuevo, pero tiene un costo muy grande. El problema más grave es que su logística es muy cara porque tienen mucho volumen y muy poco peso”, continúa. Con la empresa recicladora argentina Cabelma han recuperado 200 toneladas de plástico de materiales de pesca de las islas Tova y Tovita, y a nivel internacional 120.000 toneladas.
Las islas Tova y Tovita, ubicadas en la costa de Chubut, son el hábitat natural de elefantes marinos y pingüinos. Pertenecen al Parque Interjurisdiccional Marino Costero Patagonia Austral -PIMCPA-. En sus costas se acumula basura pesquera, como redes, cabos y boyas, que es rescatada por diferentes organizaciones recicladoras.

¿Qué son los bonos de plástico?
Agustina Vazquez- Los bonos de plástico los venden recicladoras y los compran empresas, marcas o eventos que tienen una huella de plástico que quieren compensar. Es un título que certifica que el titular ha sido responsable por la recolección y el reciclado de una tonelada de plástico.
¿La empresa necesita cumplir en su propia producción de plásticos algún requisito de sustentabilidad?
Agustina Vazquez -No, cualquier empresa que quiera compensar su huella puede comprar bonos de plástico. Esta es una manera muy directa de financiar empresas recicladoras para aumentar el reciclaje. Sí debe cumplir un protocolo la empresa recicladora.
Carlos Briones- La empresa tiene que decidir entre 2 cosas distintas. Si sólo quiere bajar su huella, compra bonos y no necesita hacer nada. Así esos bonos ya forman parte de su sustentabilidad. Ahora, si quiere ser plástico neutro también debe hacer un estudio de su huella, que es como una auditoría. El objetivo es que pueda decir: “Emití una cantidad de plástico que la compensé en su totalidad con tantos bonos”.

Si un evento, como el Lollapalooza quiere ser plástico neutro. Entonces, se les hace una auditoría y -la cantidad- va a depender del resultado. Una vez que consiguió la certificación de plástico neutro puede utilizar nuestro sello. La empresa que sólo compra bonos no lo puede usar.
¿Qué ejemplos hay de empresas recicladoras?
A.V.- Tenemos 20 empresas recicladoras esperando ser auditadas por entes internacionales. Actualmente, Cabelma, una recicladora argentina, está emitiendo bonos. Tiene un proyecto de recolección y de reciclado de artes de pesca, como redes y otros residuos de la industria, que se obtuvieron de las islas Tova y Tovita.
Ya han reciclado más de 200 toneladas de plástico. Sus bonos los compró Borneo, una empresa argentina de anteojos, que ha logrado compensar la totalidad de su huella y ya tienen nuestro sello. También se hizo la primera exportación del país de bonos con la compra de la embotelladora de agua estadounidense Zen Water.

¿Cuál fue el monto de las transacciones?
A.V- El valor de los bonos de plástico van de 100 a 800 dólares. Recordemos que cada bono equivale una tonelada de plástico reciclado y el valor lo pone la empresa recicladora. El precio se va formando dependiendo del tipo de plástico que se recicla, el valor que tiene el proyecto, su dificultad, y la pata social.
¿Por qué las empresas eligen comprarles a ustedes el bono y no ellos mismos usar plástico reciclado?
A.V.- No, en realidad es complementario. Los bonos de plástico son una herramienta más para abordar el problema de la contaminación plástica y aumentar su reciclaje. Son todas herramientas que creemos que se pueden trabajar en conjunto para abordar este conflicto.
C.B.- Claro, una empresa envasadora de gaseosas va y pone 100 toneladas de plástico en el mercado, usando 30 toneladas de plástico reciclado. Entonces, por esas 30 ya bajo su huella. El problema lo tiene con esas otras 70 que lo puede resolver comprando bonos para ser neutro.

¿Cúal es el impacto social que generan?
A.V- Con la generación de los bonos ingresa un dinero extra en la recicladora que asume que va a generar más empleo. Además de la misma industria del reciclaje de plásticos, también incluye a los recuperadores urbanos, todo una fila de trabajos.
C.B.- Claro, se incentiva la cadena de reciclado y resulta que el recuperador va a tener que juntar más material.
¿La auditoría les exige a las empresas recicladoras que tengan registrados a los recuperadores?
A.V.- La mayoría es informal, y eso la auditora lo tiene en cuenta. No se pide una formalidad, pero si se solicitan condiciones de igualdad de género, claramente, que no haya trabajo infantil. Solicitan estándares de otras cuestiones que se adaptan más a la realidad de Argentina.
C.B.- Por supuesto con la auditoría se debe certificar claramente la cantidad de material que se juntó y que se recicló.