Gestión Nativa: trabajo sustentable de impacto social

Es uno de los únicos emprendimientos viveristas que dinamizan la economía y la cultura de las comunidades aledañas. Garantiza proyectos de producción y de trabajo para que los vecinos puedan crecer, a partir de salidas laborales sustentables. Su origen comienza con un proyecto escolar.

Por Camila Peñas

“El objetivo es garantizar desde la asociación proyectos de producción, de trabajo y de comercialización, que permitan ingresar fondos para sostener el lugar y para que la gente pueda sobrevivir con un honorario.”

León Repetur, socio y miembro de Gestión Nativa

Mercedes Cisternas

Es una de las ideadoras e impulsoras de la asociación. Comenzó movilizándose a partir de sus propios proyectos personales. En su rol docente desde 2001, conoció la realidad social en la que vivían sus alumnos. Al asumir como directora del CENS 3-440, del departamento de Las Heras, comenzó a poner en marcha el proyecto escolar que derivó en Gestión Nativa.

Para Mercedes, en 2006 su prioridad era generar un espacio en donde las mujeres pudieran sanar sus historias haciendo dulces, huertas, etc. En San Roque, en el departamento de Maipú compró un terreno y construyó una casa para comenzarlo. Su motivación e interés se encontraba en su gran plan personal: “Una cosa muy fuerte en mí es la necesidad de perfilar un nuevo modo de trabajo para las mujeres. El feminismo no se ha abocado tanto al trabajo urbano, agricultor y cuentapropista de las mujeres. Estas se encuentran totalmente al margen del mercado. Eso es una obsesión para mi» añade Mercedes. Sin embargo, simultáneamente la asociación Gestión Nativa comenzó a andar, se encontró en la situación de unir los dos proyectos.

Para llevar a cabo su emprendimiento personal, realizó en 2006 la diplomatura en gestión social y cultura, dirigida por León Repetur (uno de los actuales miembros de la organización). León recibió la primera información sobre el proyecto inicial de Gestión Nativa en el diplomado: ”Me anoticié del proyecto, todavía estaba muy verde, todo empieza en 2007.”

“A las personas nos venden el placebo de las ciudades: pensamos que en las ciudades estamos a salvo y no hay nada más peligroso que las ciudades. Se está demostrando en el mundo entero, violencia, odio y contaminación. Pero en realidad uno esta más a salvo cuando se reconecta y ahí, uno empieza a entender la fuerza que tiene desechar cosas, querer lo propio y lo nativo. Lo nativo te da identidad y fuerza. Esto es lo propio por más de que sea lindo o feo, hay que convivir con lo nativo.» sintetiza León Repetur.

TODO COMENZÓ CON UN PROYECTO ESCOLAR

El proyecto escolar nace en 2005 en el CENS 3-440 de jóvenes y adultos, en el Barrio Belgrano del departamento de Las Heras, Provincia de Mendoza, a cuatro cuadras de Gestión Nativa. El proyecto consistió en que la empresa cementera Holcim le proporcionaba becas a 8 o 10 alumnos de manera rotativa para que vayan a la sede, a producir plantas nativas.

El motivo de la empresa era reforestar zonas del piedemonte debido a las consecuencias de actividades industriales. Por lo que la empresa, a modo de comodato, le daba un espacio a la escuela para producir plantas nativas (se trata de la zona de tiro, abandonada por la empresa) .

Debido a distintos problemas personales de cada alumno, no finalizaban la secundaria por lo que Mercedes Cisternas comenta: «Se quería pensar una escuela que tenga que ver con la comunidad y que atienda sus problemas, que cuando a la gente venga sienta que también la escuela está impactando sobre su vida, y que no simplemente vienen a estudiar teoría. El objetivo era  ir tomando las problemáticas presentes del territorio y hacerlas objetos de estudio para poder aprender. Lo cotidiano se volvía objeto de estudio.»

Su idea prioritaria era acercarlos y familiarizarlos con cosas prácticas para que los alumnos fueran descubriendo lo que les gustaba, y para que se puedan insertar en el mercado laboral.